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Taller de Lectura y Redacción II

Tema #4

Presentación a los Entremeses de Miguel de Cervantes

 

Alonso Zamora Vicente

En 1615 y en Madrid, Miguel de Cervantes publicó sus Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados, donde nos encontramos con la primera aparición en público de las obritas minúsculas y prodigiosas que figuran en la presente edición. El género, destinado a llenar huecos en las representaciones del teatro «serio», ya tenía su pequeña historia cuando Cervantes edita sus entremeses y hasta contaba con algunas personalidades destacadas que lo cultivaban: Quiñones de Benavente, por ejemplo, le había dado un notorio brillo. La trayectoria literaria venía de Lope de Rueda (1505?-1565), quien los llamó pasos, voz que fue dejando su sitio a entremés a lo largo del siglo XVI. De una u otra manera, Cervantes se encuentra con un procedimiento, una actitud artística aceptada por el público y consagrada en los escenarios. ¿Qué tienen las obritas cervantinas para que hoy, olvidados poco menos que en su totalidad los demás entremeses, tenaz exposición de tipos y situaciones, sigan vigentes, interesando, fascinando en ocasiones?

 

Los entremeses cervantinos han sido admirados sin vacilaciones, siempre. Su calidad está basada en el doble juego de fantasía y realidad, tan cervantino. Hechos para reír, como todos sus   —8   hermanos literarios, manejan los grandes supuestos de la sociedad contemporánea, burlándose suavemente, con un último regusto de amargura y desencanto. Solamente tras la cáscara de la broma podían decirse, en dos o tres ocasiones, los ecos desengañados que los entremeses (mejor, la voz cervantina) lanzan a la cara del espectador.

 

 

 

Presentación de uno de estos entremeces:

La elección de acaldes de Daganazo

 

 

En este, el entremés, sin apenas movimiento, nos enseña Cervantes mucho sobre ciertos aspectos de la realidad social de España. Producen una extraña mezcla de pena y desasosiego avergonzado esos hombres que pretenden ser alcaldes. La sátira nos va creciendo entre las manos, hasta dejarnos presos de un asombro disculpador, clarificador.

 

Humillos (más adelante volveremos sobre los nombres que Cervantes regala a sus personajes) quiere ser alcalde sin saber leer ni cosa que lo valga:

BACHILLER

¿Sabéis leer, Humillos?

HUMILLOS

No por cierto,

 
 
  

ni tal se probará que en mi linaje

    

haya persona de tan poco asiento

    

que se ponga a aprender esas quimeras

    

que llevan a los hombres al brasero

    

y a las mujeres a la casa llana.

    

Leer no sé, mas sé otras cosas tales

    

que llevan al leer ventajas muchas.

    

BACHILLER

¿Y cuáles cosas son?

HUMILLOS

Sé de memoria

todas cuatro oraciones, y las rezo

 

cada semana cuatro y cinco veces.

 

RANA

¿Y con eso pensáis de ser alcalde?

 

HUMILLOS

Con esto, y con ser yo cristiano viejo

 

me atrevo a ser un senador romano

 

Este texto es teatral breve y de carácter jocoso es utilizado como un descanso de obra ligera y de tratamiento cómico .

En consecuencia los temas se desarrollan están relacionados con las costumbres de las clases populares por ello, los personajes encarnan a tipos peculiares representativos de sectores sociales bajos.

Esto sucede como en la mayoría de los entremeses.

Esta escrito en verso.

Cuenta con dos personajes(Bachiller , humillos y rana)

 

Pagina consultada: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/24693519213460940722202/p0000001.htm

Karem Liliana Siordia López. 2-“D”

 

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